Con la llegada del verano los pies sufren más por el tipo de calzado, ya que están más expuestos al medio y el calor tiende a secar mucho más la piel; además, el continuo contacto con el cloro de las piscinas hace que la dermis sufra aún más y por ello debemos extremar el cuidado de la piel.

Hay formas muy sencillas y caseras para tratar la piel de los talones agrietados para que los pies no sufran al caminar. Lo primero será pasar una piedra pómez después del baño para eliminar la piel muerta y así podrás regenerar la nueva piel mucho más rápido. Tras este proceso podrás crearte un remedio casero que funciona muy bien y actúa de forma rápida. A continuación te ofrecemos un pequeño consejo:

– Hierbabuena
– Flor de saúco
– Cola de caballo
– Aceite de almendra
– 1 Litro de agua

Hierve un litro de agua. Agrega un poco de hierbabuena, saúco y cola de caballo. Tapa el recipiente y deje reposar durante 20 minutos. Cuela y vierte el líquido en el recipiente donde haya la suficiente agua para el baño de pies. Puede ser tibia o fría. El baño deberá durar de 10 a 15 minutos. Una vez que haya transcurrido este tiempo, seca tus pies y coloca aceite de almendra generosamente y póngase una media de algodón.