Muchas son las mujeres y hombres que se quejan e intentan combatir los molestos granitos que aparecen tras una depilación. Estos granitos son pelos encarnados que se han infectado, y que aparecen en menor o mayor medida en función de tu método de depilación y tu tipo de piel. Depilaciones a base de cera o cuchilla dañan mucho la piel, favoreciendo la aparición de de pelos encarnados. La fotodepilación o depilación láser son las más apropiadas para evitar este problema, ya que elimina el vello de raíz, no maltrata la piel y cierra los poros, impidiendo que puedan infectarse.

Hay dos remedios fundamentales para prevenir la foliculitis (como se denomina a estos granitos): exfoliar y desinfectar.

Antes de realizar una depilación, hay que exfoliar la piel para retirar las células muertas y sacar además los pelos incrustados. Es importante también realizar esta exfoliación una o dos veces por semana con un tratamiento adecuado para evitar la aparición de estos granitos, y mantener una piel limpia, suave y sana.

Por otro lado, hay que desinfectar e hidratar la zona tratada. El alcohol es el mejor desinfectante, por lo que puedes aplicar un poco de alcohol en la zona que te hayas depilado para desinfectar los poros, o un poco de limón, que además de ser antibacteriano y desinfectante, tiene un gran poder astringente, ayudando a cerrar los poros después de la depilación. Una vez desinfectada la zona, es importante hidratarla con una buena crema.
Son muy recomendables las cremas con alta concentración de aloe vera.