Como es habitual por estas fechas, somos much@s las que sentimos el agobio por estar perfectas en bikini o bañador después de haber pasado un invierno de relajación y excesos. Pero que no cunda el pánico, vamos a ver qué podemos hacer sin poner en peligro nuestra salud para lucir un poco mejor en traje de baño.

– Dieta:

La alimentación es una parte muy importante a la hora de conseguir una buena figura, de hecho se considera que el 70% es la alimentación y el 30% el ejercicio. Pero, por favor, no vayamos a meternos en alocadas dietas con un posterior efecto rebote. Todos los alimentos son imprescindibles para nuestra salud y esos regímenes que suprimen hidratos o algún grupo de alimentos no son saludables. Lo ideal es que consultemos con nuestro endocrino, que será quien nos aconseje la dieta que mejor se ajuste a las necesidades de cada una.

– Ejercicio:

Con el deporte pasa un poco de lo mismo: tenemos que ser prudentes y seguir el ritmo que nos marque nuestro organismo y no pegarnos unas palizas tremendas si no estamos acostumbradas a realizar ejercicio, porque si nos lesionamos poco más podremos hacer.

Cada persona tiene un ritmo de vida, unos hábitos, una figura diferente… por lo que no estaría de más contactar con un entrenador personal para que nos marque la tabla de ejercicios que mejor se ajuste a cada una.

– Bronceado:

A la mayoría de nosotr@s nos gusta vernos moren@s en verano. Pero, ¡ojo!, que nuestra piel tiene que durar toda la vida, así que los excesos tomando el sol tampoco están permitidos ya que corremos el riesgo del envejecimiento prematuro o, lo que es peor, sufrir alguna enfermedad.

Lo que sí podemos hacer es preparar nuestra piel para tomar el sol e ingerir alimentos que nos ayuden a protegerla y potenciar nuestro bonceado, como los alimentos ricos en betacaroteno, que son las frutas y hortalizas de color naranja, rojo y amarillo, como la zanahoria, la calabaza, el mango, el tomate o el melocotón, y las hortalizas de color verde como las espinacas, las acelgas, la albahaca, el brécol o la borraja; como vemos, todos compatibles con nuestra dieta sana.

Los tratamientos reductores realizados por nuestros centros d-pilate  mediante ultracavitación disuelven la grasa localizada que no se eliminan mediante dietas o ejercicio. La pérdida de peso y volumen son resultados visibles desde la primera sesión, obteniendo una reducción de hasta una talla al mes. Este tratamiento se puede combinar con la Plataforma Oscilante y la Presoterapia, en función de las necesidades de cada paciente.

La cavitación es el único tratamiento que consigue eliminar la grasa a nivel celular, convirtiendo el triglicérido en diglicérido, evitando su reproducción. La grasa se elimina fácilmente mediante el sistema linfático y la orina.

Las sesiones se realizan una o dos veces por semana y los resultados son inmediatos. Es un tratamiento muy efectivo, que no requiere anestesia, no es invasivo y no tiene riesgos. El efecto es duradero, aunque se puede hacer un mantenimiento mensual